lunes, 22 de diciembre de 2008

Los humanos, las orquídeas y los pulpos

Así se llama el libro póstumo de Jacques Cousteau, escrito con la colaboración de Susan Schiefelbein y extraido, según cuenta, de infinidad de entrevistas personales mantenidas hasta 1996. Susan Schiefelbein fue la guionista de muchos de sus documentales, y participó con Costeau en innumerables aventuras del Calipso, antes de su extraño hundimiento en Singapur.
El pasado año se cumplieron 10 años (25 de junio de 1997) de la desaparición de Jacques Cousteau. Quizá por eso, quizá porque el conservacionismo está de moda, quizá por el cambio climático o quizá porque las tremendas y polémicas personalidades como la de Jacques Cousteau ni mueren nunca, ni dejan nunca de estar de actualidad, la industria ha respondido, ya desde el año pasado, con algunas ediciones literarias y videográficas que mantienen viva su memoria y presente su fuerte personalidad.
Cousteau fue un hombre controvertido. En la marina francesa, en la guerra mundial, en el espionaje, en la paz, en el submarinismo, en el cine, en el conservacionismo... Sus declaraciones, sus inventos, sus lagunas biográficas y las diversas versiones que lo acompañaron siempre, sus terribles y premiadas imágenes de los primeros documentales, por cierto oscarizados, contribuyeron a ello y dan, sin duda, la medida de hasta qué punto fue este hombre polémico e interesante a la vez.
Pero precisamente por ello, y porque en todo caso, constituye un referente excepcional para los submarinistas y los videosubs de todos los tiempos, la que se publica como su última obra, destinada a la exploración y conservación del mundo natural, no puede o al menos no debe faltar en la biblioteca de un buzo.
Editado por Ariel y publicado en español en este 2008 que se nos acaba, puedo asegurar que no dejará a nadie indiferente. Es más, puedo avanzar que es mucho más que un tratado de submarinismo o de conservación de los mares. Es, en alguna medida, un tratado de filosofía de vida. Ha sido traducido a nuestro idioma por Joan Lluis Riera y su sinópsis reza así:
"Explorador, pionero en el submarinismo, cineasta y activista ecológico, Jacques Cousteau fue bendecido desde su infan­cia con una curiosidad sin límites por el mundo natural. Como líder de fascinan­tes y a menudo peligrosas expediciones a lo largo y ancho de todo el planeta, des­cubrió de primera mano la complejidad y la belleza de la vida en la tierra y bajo el mar, y contempló la huella dejada por la actividad humana en el siglo xx.
En este magnífico libro, Cousteau plasma su filosofía sobre cómo proteger el mun­do para las futuras generaciones. Inda­gando y reflexionando sobre los grandes retos de la ecología para el siglo XXI, abor­da los riesgos del deterioro del medio natu­ral para la salud humana, la pesca excesi­va y el saqueo de las riquezas del mar, la degradación de las barreras coralinas y la destrucción de complejos ecosistemas, los riesgos de la proliferación nuclear y la res­ponsabilidad ambiental que deben asumir los científicos, los políticos y los simples ciudadanos.
El apasionado llamamiento de Cousteau a actuar para proteger nuestro planeta y nuestros mares mantiene toda su acuciante vigencia. Escrito durante los últimos diez años de su vida, con la colaboración de Susan Schiefelbein, este libro póstumo, inspirado en las aventuras e ideales de toda una vida dedicada a la preservación y cele­bración de las maravillas de la Naturaleza, es el admirable testamento vital y ecoló­gico de un mito que marcó a varias gene­raciones."
«El respeto de Cousteau por los milagros de la vida se materializa en este libro que brilla como un elocuente testimonio de la importancia de perseguir grandes ide­ales, en especial la preservación de los océanos y el mundo natural para las gene­raciones futuras», Publishers Weekly.
«Elocuente y en ocasiones casi poético, Jacques Cousteau sigue planteando cuestio­nes muy relevantes diez años después de su muerte», Library Journal.
«Cousteau consagró su vida a mostrar al mundo las exóticas y al mismo tiempo ordi­narias maravillas que se encuentran en los abismos del océano. A través de sus bellí­simos escritos y sus deslumbrantes pelícu­las, acercó el mundo submarino a una au­diencia tan vasta como los propios océanos. Yo siempre aprendí con él», Al Gore.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ya sabes, lo típico, relativos al artículo y al autor, respetuosos y que aporten algo. Nada nuevo bajo el sol. Los comentarios, en todo caso, son responsabilidad de su autor, no del club o de la escuela

Si quieres subir un archivo este es el sitio